Gracias al esfuerzo y dedicación del equipo médico del Hospital de Lima Este – Vitarte, Jefry, un niño de 9 años, ha superado una serie de complicaciones tras un severo accidente abdominal. Su recuperación es un testimonio de la perseverancia y la habilidad de los médicos que lo atendieron. Conoce a continuación su historia.
Todo comenzó en agosto de 2023, en Andahuaylas, cuando Jefry, disfrutando de unas vacaciones junto a su padre, sufrió un accidente mientras montaba su bicicleta. El impacto contra el manubrio le causó una grave lesión abdominal, que inicialmente fue tratada en hospitales locales sin los especialistas necesarios. El diagnóstico de ruptura intestinal lo llevó a ser operado en Abancay, pero los problemas persistieron y regresaron a Lima.
Fue en el Hospital de Lima Este – Vitarte donde se desencadenó un esfuerzo heroico por salvar su vida. El doctor Max Bendezú Jaime, cirujano pediatra, describió la situación crítica cuando llegó en abril de 2024, con intestinos necrosados debido a adherencias postoperatorias.
“El pronóstico era reservado”, admitió el doctor, subrayando la gravedad del caso y la falta de opciones quirúrgicas avanzadas.
El equipo multidisciplinario del hospital se enfrentó a desafíos sin precedentes: desde combatir infecciones severas en la UCI Pediátrica hasta realizar técnicas quirúrgicas innovadoras para revascularizar y rehabilitar su intestino.
“Realizamos cuatro cirugías complejas, cada una crucial para su recuperación”, detalló el doctor Bendezú, resaltando la cooperación de especialistas en diversas áreas médicas.
La historia de Jefry no solo es un testimonio de habilidades médicas excepcionales, sino también de la dedicación y el apoyo integral proporcionado por el personal del hospital. Desde el soporte nutricional hasta el cuidado psicológico y de rehabilitación, cada aspecto del tratamiento fue meticulosamente planeado y ejecutado para asegurar la recuperación del joven paciente.
Hoy, Jefry se despide del hospital con una sonrisa y la promesa de cumplir su sueño de convertirse en médico. “Quiero curar a los niños como el doctor Max”, expresó con entusiasmo mientras se preparaba para reunirse con sus amigos.
Su madre, Zenaida López Chávez, no pudo contener las lágrimas de gratitud: “es un milagro que le ha devuelto la vida a mi hijo, y siempre estaré agradecida con el Hospital de Lima Este – Vitarte”.
El doctor Olguín Grández Culqui, jefe de la UCI, observa con orgullo el alta de Jefry, sabiendo que junto a su equipo ha marcado la diferencia en la vida de un niño y su familia.
Para el Minsa, este caso representa no solo un éxito médico, sino también un recordatorio de la importancia de invertir en la salud pública y la formación de profesionales comprometidos como el doctor Max Bendezú y su equipo, quienes han hecho posible este milagroso final feliz.