La defensa del presidente de la república, Pedro Castillo, ha optado por una estrategia de silencio con respecto a todas las investigaciones que se le siguen en el ministerio público.
Hasta el momento, son 5 en total, incluyendo una que es llevada por una fiscalía provincial en La Libertad por el presunto plagio en su tesis de maestría en 2012.
Después de un panorama crítico, el mandatario decidió acudir al octavo piso de la sede central de la Fiscalía de la Nación, donde tuvo un breve encuentro de una hora con la máxima autoridad de esta institución, Patricia Benavides.
Lejos de responder con detalle a las preguntas por el caso de presunta injerencia en las Fuerzas Armadas, el jefe de estado se acogió a su derecho constitucional a guardar silencio.
Pero antes de hacerlo, negó los cargos de organización criminal y tráfico de influencias que se le imputan por este caso. Sin embargo, cuando se le interrogó por mayor información no respondió nada.
De otro lado, el mandatario comunicó su disposición a acudir a todas las citaciones que haga la fiscal de la Nación por los expedientes abiertos en su contra. Entre ellos Puente Tarata III, Petroperú y Encubrimiento personal de funcionarios. Además, pidió que se reprogramen sus declaraciones indagatorias por el caso de compra de biodiésel y las del 9 de agosto, donde iba a ser interrogado por el retiro abrupto de Mariano González del Ministerio del Interior.