“El Perú ha experimentado en las últimas cuatro décadas drásticos cambios en su territorio que impactan los ecosistemas naturales y medios de vida de la población urbana y rural”, alerta Renzo Piana, director del Instituto del Bien Común (IBC), entidad que lidera MapBiomas Perú, una iniciativa de monitoreo de cambio de uso del suelo y superficie de agua que este jueves dio a conocer datos actualizados al 2022, incluyendo nuevas clases detectadas.

Como un ejemplo dramático de las transformaciones ocurridas en las coberturas naturales en Perú entre 1985 y 2022, Piana cita la pérdida de 94,5 mil hectáreas de superficie glaciar, equivalente al 47,7 % de su extensión en 1985, por efecto del cambio climático. “Esta reducción de los glaciares afecta principalmente el abastecimiento del recurso hídrico en comunidades altoandinas”, alerta Piana.
El estudio sobre el cambio de uso de suelo de los últimos 38 años revela también la pérdida de 4,1 millones de hectáreas de vegetación natural (4 % de su extensión inicial), incluyendo ecosistemas de bosques, matorrales, herbazales, pastizales y manglares. Estos cambios en la cobertura natural están asociados con la expansión de actividades humanas, como agropecuaria, minería, acuicultura e infraestructura, que al 2022 han aumentado 4,2 millones de hectáreas.
“MapBiomas Perú permite calcular la tasa de pérdida de bosques en el territorio peruano. La información obtenida puede ayudar a los gobiernos regionales a entender los cambios ocurridos en sus territorios; por ejemplo, respecto de la cobertura y uso del suelo y la superficie de los cuerpos de agua”, señala Piana. Añade que esta iniciativa del IBC en colaboración con las redes MapBiomas y RAISG aporta también a la planificación territorial, la conservación de bosques y la prevención de desastres.
Otros hallazgos del informe revelan que la Amazonía peruana presenta en los últimos 38 años una pérdida de 2,64 millones de hectáreas de vegetación natural, equivalentes al 3,6 %. En cuanto al bosque seco ecuatorial, bioma vital para la población de la costa norte del país, registra para el mismo periodo una pérdida del 5,1 % de su extensión.
El informe también destaca la expansión de la actividad minera sobre el territorio nacional, registrándose un aumento de 4315 % en 38 años (de 3,8 mil a 169,3 mil ha), con una marcada aceleración entre 2009 y 2022.
El estudio alerta también sobre las transformaciones ocurridas en las zonas costeras, señalando la pérdida de 616,8 ha de manglares entre los años 1985 y 2022. Adicionalmente, se detectó el aumento en 5,3 mil hectáreas de la superficie dedicada a la acuicultura ocurrido en el periodo analizado.
Como parte de los beneficios a la sociedad, los manglares proveen alimentos y recursos, ayudan a la filtración de agua para mejorar su calidad, protegen el hábitat de la biodiversidad costera; pero sobre todo reducen la cantidad de carbono en la atmósfera y así enfrentar el cambio climático.
Perú: cambios acelerados en un país megadiverso
El informe también destaca la expansión de la actividad minera sobre el territorio nacional, registrándose un aumento de 4315 % en 38 años (de 3,8 mil a 169,3 mil ha), con una marcada aceleración entre 2009 y 2022. Madre de Dios es el departamento con mayor extensión de la minería (82,9 mil hectáreas), seguido de Ucayali (59,2 mil hectáreas). Se observa que, en la costa y los Andes, el 35 % de la superficie usada para minería se encuentra dentro de comunidades campesinas.