Vieron mejorada su situación, pero en un mínimo margen. El Banco Central de Venezuela informó que la inflación de Venezuela en julio se ubicó en un 7,5% y se desaceleró respecto al mes anterior.
Debido a que los precios se dispararon hasta en un 11%, el gobierno de Nicolás Maduro se vio en la obligación de aplicar una serie de medidas ortodoxas a fin de frenar esta problemática.
La estrategia se ha enfocado en la estabilidad del tipo de cambio mediante el aumento por parte del Banco Central de la oferta de divisas en efectivo en la banca local, y la limitación de la expansión del crédito y del gasto público.
Con la variación de julio, la inflación interanual alcanzó un 137% y sigue siendo la inflación más alta de la región, de acuerdo con datos oficiales.
Esta crítica situación ha ampliado las brechas salariales entre los trabajadores del sector público y el sector privado. Un sueldo mínimo equivale a unos 22 dólares.
Por su parte, la inflación acumulada en los primeros siete meses del año fue del 48,4%. Los sectores que tuvieron los mayores saltos de precios fueron los servicios de educación con un 12%, esparcimiento y cultura con un 10,8%, y vivienda, con un alza del 9,5 %.
De otro lado, La semana pasada el Banco Central reportó que el bolívar se depreció un 6% en los últimos 30 días frente al dólar estadounidense, que cerró la semana pasada en 5,97 bolívares.