La Playa Artificial de San Juan de Lurigancho, proyecto emblemático ejecutado por la Municipalidad de Lima en la gestión de Rafael López Aliaga, enfrenta controversias tras ser catalogada como «no saludable» por el Ministerio de Salud (Minsa). A pesar de su inauguración en mayo de 2023 y su atractiva oferta, la intervención de fiscalizadores de la Dirección General de Salud (Digesa) reveló deficiencias en su mantenimiento, generando preocupación entre los vecinos de Lima Este.
Inversión y características iniciales
Con una inversión de S/145,000, la playa artificial abrió sus puertas en mayo de 2023. Ubicada en el complejo del club metropolitano Huiracocha, el área de 2,500 metros cuadrados ofrecía palmeras, sombrillas ecológicas y otros beneficios para los visitantes. Tras meses de inactividad, reanudó sus operaciones el 1 de enero de 2024, con la esperanza de convertirse en el destino predilecto de los vecinos durante el verano.
Intervención del Minsa
Sin embargo, la alegría se vio empañada cuando el Minsa, a través de Verano Saludable, informó que la playa artificial era considerada «no saludable» para los bañistas. La inspección de la Digesa, realizada el 20 de enero de 2024, reveló deficiencias en la calidad de limpieza de la piscina, vinculadas a la acumulación de tierra alrededor de la misma.
Desafíos en el mantenimiento
La presencia significativa de tierra en las inmediaciones de la piscina plantea desafíos para su mantenimiento diario, según la evaluación de la Digesa. Aunque cuenta con calidad microbiológica, equipamiento en óptimas condiciones y un ordenamiento documentario actualizado, la acumulación de arena podría afectar la estructura interna de las electrobombas y filtros.