Los cambios bruscos de temperatura pueden favorecer la aparición de infecciones urinarias como la cistitIs o «vejiga dolorosa», patología más frecuente en mujeres, pero que también afecta a varones.
Así lo señaló el doctor Jorge Saldaña Gallo, quien explicó que la cistitis es un dolor muy intenso en el vientre bajo y genera la imperiosa necesidad de acudir muy frecuentemente al baño para orinar.
En algunos casos la necesidad de acudir al baño puede ser hasta 50 veces en el día y unas 20 en la noche, lo cual resulta muy perjudicial para las mujeres e incluso para la relación con su pareja, añadió.
Según Saldaña, urólogo y Director Médico de la Clínica de Urología Avanzada Urozen, esta infección se presenta por una inflamación de la vejiga debido a que las bacterias que se encuentran fuera de nuestro cuerpo ingresan a las vías urinarias y se multiplican, lo cual es más frecuente tanto en invierno como en verano, estaciones en que se dan cambios bruscos de temperatura.
Explicó que el factor estacional en sí no causa el incremento de cistitis, sino ciertos hábitos asociados a ellos. Por ejemplo, en el verano el aumento de la humedad en el área urogenital por el calor y el sudor (también por acudir a piscinas y playas) puede provocar la proliferación de bacterias que ingresan al sistema urinario.
Mientras tanto, en invierno debido a las bajas temperaturas tenemos menos sed e ingerimos menos agua, acudimos menos al baño y retenemos orina, lo cual puede provocar que las bacterias se multipliquen en la vejiga y aumente el riesgo de infección urinaria. Además, en épocas de frío las personas tienden a sobre abrigarse lo que dificulta la normal transpiración del cuerpo y retenemos humedad, lo que crea un ambiente propicio para la proliferación de bacterias en áreas cercanas a nuestro sistema urinario, acotó.
Explicó que la mujer es más propensa a padecer este mal presuntamente por una cuestión anatómica; la uretra femenina es corta, de dos o tres centímetros, mientras que la masculina puede tener de 12 a 15 centímetros. Esto supone una barrera importante para que las bacterias exteriores no lleguen a la vejiga. Por ello, e influenciada por cambios estacionales, la mujer puede tener más factores de riesgo, detalló.
Precisó que el dolor intenso en el vientre bajo, principal síntoma de esta enfermedad, se debe a la destrucción o ausencia de la capa superficial de la vejiga, que sirve de protección frente al ácido de la orina, por lo que toda la pared de la vejiga es “quemada” por dentro generando todos los síntomas de la Cistitis.
Añadió que el tratamiento de la cistitis debe ser personalizado y, adicionalmente, es necesario un cambio radical en el estilo de vida del paciente, cambios en la dieta, adecuada hidratación (beber igual cantidad de agua en invierno y verano), disminución del estrés, mayor actividad física, entre ellos el yoga y ejercicios pélvicos.