La ciudad de Iquitos afrontará un déficit hídrico que afectaría a un 60 % de la población y el otro porcentaje podría gozar del servicio de forma intermitente de presentarse una vaciante prolongada.
El descenso del caudal del río Amazonas, como parte del cambio climático que afronta la región Loreto, puede generar restricciones en la distribución del servicio de agua potable en Iquitos, así lo advirtió Edgar Laguna y Moreno, gerente de operaciones de la empresa prestadora de servicios Seda Loreto.
De acuerdo con el especialista, la ciudad afrontará un déficit hídrico que afectaría a un 60 % de la población y el otro porcentaje podría gozar del servicio de forma intermitente de presentarse una vaciante prolongada.
«Será un suministro más restringido que en caso extremo de una alerta de una vaciante prolongada, que se va a dar en el tiempo por el cambio climático, podemos llegar a un 60 % de abastecimiento y un 40 % podría estar con servicios intermitentes. Van a tener agua sí, pero no en las condiciones normales que actualmente estamos enfrentando. Es un déficit hídrico que se va a presentar y un déficit de distribución», dijo Edgar Laguna.
Con respecto a las horas de servicio, en Iquitos el agua potable se distribuye por zonas en los cuales se llega a abastecer hasta por tres horas en dos turnos durante el día. De afrontar una contingencia mayor, este se podría reducir hasta en una hora por día en horarios establecidos, indicó el funcionario.
Alerta roja del Senamhi
Por el momento, la planta de captación de Seda Loreto funciona de forma normal, pese a la alerta roja emitida por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi). De avanzar esta situación, Iquitos estaría afrontando altas temperaturas con el agravante de la reducción de agua potable.
De acuerdo al Senamhi, hace una semana el río Amazonas registró un nivel de 109.41 metros sobre el nivel del mar, con variante descendiente.
Sin embargo, la institución espera que el período seco, causado por una baja de la temperatura de la superficie de las aguas del Atlántico, que genera una ausencia de precipitaciones, empiece a amainar en las próximas semanas con el inicio de las lluvias.