El primer debate entre Donald Trump y Kamala Harris, que se llevó a cabo el último martes, sirvió para que ambos candidatos a la presidencia de los Estados Unidos transmitan sus propuestas a los ciudadanos, pero este no fue ajeno a los ataques personales desde ambos bandos
Para el internacionalista Ariel Segal, más allá de que se haya determinado a un ganador, el resultado del debate no cambiaría la percepción de los estadounidenses sobre por quién votar en noviembre.
«Me da la impresión de que el debate, como la mayoría de los debates en la historia de Estados Unidos, no va a cambiar mayormente las tendencias electorales que tengan en este momento los votantes. Puede afectar un porcentaje mínimo, pero yo creo que la gente está muy clara», dijo Segal
Según el especialista, el estilo agresivo de Trump «no ha cambiado un ápice» y eso se pudo ver reflejado en sus exagerados argumentos para atacar a su contrincante. Del lado de Harris, consideró que intentó alejarse de la imagen de ser la vicepresidenta de Joe Biden y confirmar que posee una agenda propia para guiar al país.
«Ayer sacó las garras, ayer supo contestarle a Trump y a la vez logró el equilibrio de tratar de mostrar que tiene una agenda, que tiene un plan propio y dejó un poco desnudo de que Trump lo que hace es repetir frases y clichés constantemente», apuntó.
Segal también recordó que los estados bisagra, en donde históricamente no ha habido una tendencia en los procesos electorales, son los que podrían definir esta elección. Es el caso de Arizona, Georgia, Pensilvania, entre otros, donde es necesario medir quién es el favorito y cómo influye el debate en sus ciudadanos para conocer al que se perfila para imponerse en dichos estados.
La estrategia de Trump: «Repetir lo mismo»
Para Segal, desde su llegada a la política estadounidense, Trump ha acostumbrado a sus contendientes a las distorsiones y exageraciones, y esto también se vio reflejado en el debate ante Harris. Bajo su perspectiva, esta estrategia respondería a sus limitaciones en algunos temas y su imagen alejada de aquellos que se lanzan a la presidencia.
«En Springfield se están comiendo a los perros, la gente que llegó, se están comiendo a los gatos, a las mascotas de la gente que vive ahí», manifestó Trump sobre los migrantes en Ohio, provocando risas en Harris y la intervención del moderador David Muir.
«La estrategia es repetir eslogan y aunque le pongan la evidencia y se lo digan directamente (…) él insistía. La estrategia de él es repetir lo mismo. Cuando se ve atrapado, sobre todo por alguna pregunta incómoda, cuando no sabe qué contestar, vuelve y vuelve sobre el mismo tema y en muchísimos casos son básicamente inventos», apuntó.
Esto, de acuerdo con Segal, es una forma que usa el exmandatario de recurrir a la exageración o la mentira para salir de un momento incómodo en el debate. «Por eso yo usé la metáfora de que los Estados Unidos que describió Trump anoche fue prácticamente Ciudad Gótica, un lugar lleno de crimen, pobreza y total caos», sostuvo.