En la popular playa de Ipanema, al sur de Rio de Janeiro, miles de bañistas se instalaron este domingo con sus sillas, pareos y sombrillas en la arena. La mayoría de ellos no respetó el distanciamiento social y el uso de mascarillas.
Miles de bañistas se volcaron a las playas de Rio de Janeiro durante un fin de semana con más turismo interno en Brasil debido al feriado del lunes y a la flexibilización de la cuarentena por el COVID-19, que deja más de 4,1 millones de contagios y más de 126 000 muertes en el país.
En la popular playa de Ipanema, en el sur de Rio de Janeiro, miles de bañistas se instalaron este domingo con sus sillas, pareos y sombrillas en la arena, pese a que la alcaldía lo prohibió y solo autorizó que las personas se tomen un baño en el mar. Muchos incluso iban sin mascarilla.
«Es un absurdo que esa playa esté llena de esa manera porque existe una ley y debe ser cumplida para poder proteger al prójimo», dijo a la AFP Vera Lucia, una administradora de 63 años que iba en bicicleta por Ipanema.
Para otros como Mateus da Silva fue irresistible ir a disfrutar del mar en un día soleado. «Miedo tenemos, pero la felicidad de estar aquí en la playa es más fuerte», comentó este panadero de 24 años, quien iba sin mascarilla.
El turismo interno se reactivó este fin de semana debido al feriado del lunes por la Independencia de Brasil. Atracciones como el Cristo Redentor también fueron escenario de aglomeraciones este domingo.
El turismo interno se reactivó este fin de semana debido al feriado del lunes por la Independencia de Brasil.