En el 2023 se agravó la desconfianza empresarial

Pesimismo. Encuesta del BCRP refleja que a corto y largo plazo las empresas carecen de optimismo sobre su devenir. Inestabilidad política limita la recuperación, advierten.

La última encuesta de expectativas macroeconómicas del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) refleja que la confianza empresarial se mantiene, en la mayoría de sus indicadores, en el terreno negativo.

Se miden seis perspectivas: sobre la economía, el sector, situación de su empresa, demanda de productos, contratación de personal e inversiones. Si superan los 50 puntos, se consideran optimistas y, si están por debajo, pesimistas: todas a corto plazo —es decir, a tres meses— son desalentadoras.

Si bien a largo plazo —12 meses— la única negativa es la de situación empresarial, esta debe interpretarse como un llamado de atención al Gobierno porque no se están solucionando los efectos de las prolongadas crisis, advierte el director de Mypes Unidas del Perú.

Así, el indicador de confianza empresarial refleja que el primer año de gobierno de Dina Boluarte no ha traído ningún cambio sustancial respecto a su antecesor Pedro Castillo: las expectativas actuales que ven por el negocio, ventas, producción, demanda esperada, órdenes de compra frente al mes anterior y días de inventarios no deseados también están en rojo. Son más de dos años y medio en los que las expectativas son acarreadas por el pesimismo.

El economista Juan José Marthans señala que atravesamos un “escenario bastante delicado” considerando la continua caída de la inversión privada, principalmente, al punto de que ya no importa tanto en cuánto cierre la economía, porque el pesimismo generalizado creciente a corto y largo plazo es alimentado por el ruido político y la inestabilidad sociopolítica.

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