César Rodríguez, el peruano más rápido en la historia de la marcha que analiza el retiro ante la falta de apoyo

César Rodríguez se ilusiona con estar entre los primeros de la marcha atlética de los Juegos Olímpicos 2024, donde podría ponerle punto final a su carrera frente a la carencia de apoyo privado y las dificultades con el IPD.

Récord nacional, deportista olímpico, participaciones en campeonatos mundiales, múltiple medallista en citas polideportivas y actual número 20 del ranking de World Athletics. Esto es apenas un repaso por la hoja de vida de César Rodríguez Diburga, el principal exponente de nuestro país en la marcha atlética masculina de los últimos años, quien se presenta a París 2024 con la confianza de pelear en los primeros puestos de la final de 20 kilómetros.

Los sueños que persigue César Rodríguez, no obstante, se hacen a un lado cuando revela que su segunda aparición en los Juegos Olímpicos (en el que considera el mejor momento de su trayectoria) podría ser también la última, apenas con 27 años. “Ya me cansé”, cuenta a unos días antes de viajar junto a su equipo a París.

No se trata de una fatiga, es el cansancio por la espera interminable a la que se enfrenta todo deportista en el país y que sus esfuerzos sobre la pista parecen ser insuficientes: el apoyo económico. El peruano más rápido en la historia de la marcha, incluso, se declara insatisfecho por el trabajo de las misma entidades estatales hacia sus representantes.

¿Cómo ha sido tu preparación en los días previos al viaje a París?

Los entrenamientos estuvieron muy fuertes, todo el campamento que hicimos en Portugal gracias a Dios salió muy bien, estamos con muy buenas expectativas para los Juegos y yo creo que con ansias de poder demostrarlo.

¿En qué condiciones llegas a estos Juegos Olímpicos?

Hemos madurado deportivamente y a nivel personal. Ya tengo 27 años en mis segundos Juegos Olímpicos. Los primeros a los que entré, en Tokio, no lo hice al 100 %, no como debía, tampoco sabía o desconocía algunas cosas que ahora profesionalmente ya conocemos, de la alimentación específicamente. Todo el entrenamiento es planificado y justo después de Tokio que llegué a trabajar con Andrés Chocho hemos conocido todas esas cosas. Hemos mejorado, en 2022 entré al top 10 del mundo en el Mundial de Oregón, en Budapest estuve entre los 17 y cada vez bajando la marca.

Comenzamos con 1h 20min, de ahí 1h 19min en Budapest y ahora en La Coruña hicimos 1 h 18 min 23s. Cada vez progresamos con las marcas y nuestra preparación ha sido mejor de como llegué a La Coruña, donde fui séptimo y competí contra los que van a estar en los Juegos Olímpicos. Personalmente tengo altas expectativas de poder pelear, entrenamos bien y alguna sorpresa puede darse ahora en París 2024.

¿Para ti sería una sorpresa o la consecuencia de estos últimos años de trabajo?

Una sorpresa lo digo por las expectativas que no están viendo hacia mí; pero, si estaría peleando entre los tres, no sería una sorpresa para mí, porque en realidad estoy trabajando en ello. Y si no se diera, a veces pueden pensar que uno es loco de soñar muchas cosas grandes, pero en realidad sí estoy pensando en estar entre los tres primeros y alcanzar mínimo un diploma olímpico. Creo que todo este trabajo se está llevando a cabo perfectamente, estamos yendo con buena confianza. A veces hay un poco de nervios, aunque es manejable.

Percibo que tienes mucha seguridad.

La prueba de 20 kilómetros masculina es muy cerrada, muchas cosas siempre han pasado en Juegos Olímpicos, nunca está decidido que el que tiene mejor marca ganará, aunque sí pelear adelante. Por ejemplo, en Budapest los favoritos llegaron entre el puesto 15 y 19. Muchas cosas pueden pasar. Puedo decir que estoy en el mejor año de mi carrera deportiva por los tiempos y por los mejores entrenamientos que también se han dado.

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